domingo, 24 de junio de 2012

“HISTORIAS CRUZADAS” (“THE HELP”)


Origen: EE. UU. (2011). Dir: Tate Taylor. Guión: Tate Taylor, basado en la novela de Kathryn Stockett. Prod: Michael Barnathan, Chris Columbus y Brunson Green. Fotografía: Stephen Goldblatt. Montaje: Hughes Winborne. Música: Thomas Newman. Escenografía: Rena De Angelo. Diseño de vestuario: Sharen Davis. Protags: Emma Stone, Viola Davis, Bryce Dallas Howard, Octavia Spencer, Jessica Chastain, Sissy Spacek, Mike Vogel, Chris Lowell, Allison Janney, Cicely Tyson, Mary Steenburgen. Duración: 146 minutos. La fotografía siguiente muestra a Bryce Dallas Howard, Sissy Spacek y Octavia Spencer. 
En su segunda incursión cinematográfica, Tate Taylor adaptó una novela de cierto éxito. La trama está ambientada en el estado norteamericano de Mississippi a comienzos de los ’60. El trasfondo dramático descansa en un tema aún difícil de tratar en el cine: el racismo de la sociedad estadounidense (en particular, la del sudeste, más retrógrada al respecto que cualquier otra en ese país). La película posee una duración excesiva, pero no está allí su problemática; la historia está narrada con el suficiente ritmo como para que el extenso metraje no agobie.
La historia naufraga por otras razones. El relato de los abusos perpetrados por la clase media blanca sureña hacia las mucamas negras resulta fallido. Varias cuestiones conducen a ello. Sin caer en la solemnidad, los terribles problemas raciales que han vilipendiado por años –aún no totalmente resueltos– a un sector de la sociedad estadounidense requieren un tratamiento más veraz, menos edulcorado. Como ha ocurrido con otras películas –“Conduciendo a Miss Daisy”, “Un sueño posible”– esta temática es tratada con superficialidad e hipocresía, y se asemeja a un lavado de culpas que intenta realizar la dominante raza blanca del país del norte...
Un guion endeble apela al sentimentalismo excesivo y a la lágrima fácil, más que a la reflexión. Los personajes, particularmente la mayoría de las damas blancas-clase media acomodada están ridículamente estereotipados, pintadas casi grotescamente. Un ejemplo notable es el de Bryce Dallas Howard, que encarna a la súper mala, con ribetes más propios de la Cruella de Vil que aterrorizaba a los dálmatas… Entretanto, los verdaderos responsables de este estado de las cosas –un orden socio-político-económico que basaba la prosperidad de un determinado sector merced a la opresión de otros seres humanos– y sus demonios –la violencia cotidiana, el fascismo imperante en algunos estratos sociales de EE.UU., el Ku Klux Klan, etc.– aparecen absolutamente desdibujados y no analizados.
Algo común en el cine norteamericano: una situación totalmente injusta y avergonzante queda en la responsabilidad individual de los miembros de una sociedad. Pero además, la trama incorpora otros tópicos que caracterizaron a aquella época y a ese lugar: el sometimiento de las mujeres a ciertos condicionamientos, el aborto como práctica condenada y negada, la implacable moralina, etc. Todos ellos alivianados por un tatamiento demasiado ligero. Por sus ostensibles defectos, resulta excesivo que "Historias cruzadas" haya sido candidata al Oscar a la mejor película de 2011.
En una película donde la mayoría de sus intérpretes son mujeres, destacan Viola Davis, Octavia Spencer y Jessica Chastain. Entre la gama de intérpretes secundarios brilla, como siempre, Sissy Spacek, aunque su personaje lleve la estereotipación al extremo (la blanca comprensiva). Emma Stone cumple adecuadamente con su papel, uno de los principales. Bryce Dallas Howard –hija del director Ron Howard– en cambio, sobreactúa durante gran parte del film.


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