Origen: EE.UU. (2011). Dir: J.J. Abrams. Guion: J.J. Abrams y Steven Spielberg. Fotografía: Larry Fong. Montaje: Maryann Brandon y Mary Jo Markey. Música: Michael Giacchino. Prod: J.J. Abrams, Bryan Buró y Steven Spielberg. Efectos especiales: Steve Riley. Protags: Kyle Chandler, Elle Fanning, Joel Courtney, Riley Griffiths, Ron Eldard, David Gallagher, Noah Emmerich. Duración: 112 minutos.
La trama transcurre en un pueblo de Ohio, EE.UU., allá por 1979. Un grupo de seis niños intenta filmar una película de zombies. Una noche de filmación presencian el descarrilamiento de un tren, hecho que queda registrado en la cámara Super 8 que utilizan. Esta anécdota es el disparador de un film de ciencia ficción. El director, J.J. Abrams, realizador de “Misión imposible III” (2006) y de la serie televisiva “Lost”, parece querer homenajear al cine de Steven Spielberg de los ´70 y los ’80. Hay escenas espectaculares, con buenos efectos visuales y sonoros. La historia amaga ser interesante…
Lástima que, a medida que la película avanza, se acumulan demasiados aspectos que desmejoran su calidad. El guion impresiona como algo confuso (no debería serlo; está narrando una historia lineal). La trama dramática luce como demasiado pequeña para despertar interés. Las secuencias con el monstruo en vivo y en directo –segunda mitad del metraje– son francamente decepcionantes. Es que la criatura es decepcionante por mérito propio. No asusta, ni resulta atractiva, ni nada… Para peor, la historia cae en la sensiblería más cursi, con un final espectacular, pero empalagoso y tonto.
Eso sí, lo mejor viene después… ¿Después del final? Sí, mientras pasan los títulos de crédito, se muestran escenas que recuperan lo mejor de este film: la filmación de la película de zombies. Impensadamente para quien esto escribe, esta obra ha sido aclamada por varios críticos como la película del año. Se me antoja que ello es pura sobrevaloración. Que estas historias remitan a la infancia de muchos no implica que pasemos por alto sus falencias. Cierto es que por momentos entretiene, que varias escenas –la del descarrilamiento del tren, por ejemplo– están muy bien filmadas, que hay ciertos guiños cinéfilos (“ET”, “La guerra de los mundos)… pero no va más allá del nivel de aceptable.
En definitiva, película técnicamente bien filmada, con algún momento de bienvenida espectacularidad, pero al mismo tiempo con una trama pueblerina pobremente contada y de exiguo interés –con mensaje moralista incluido–, un suspenso que no funciona, una historia paralela (la filmación de la película de zombies) que se desaprovecha y un monstruo escasamente atractivo. En lugar de cantar vítores por la recreación de un cine bastante tosco y carente de sutilezas, es imposible evitar alguna comparación. Podría remitir a varias películas de temática aparentemente similar, pero con una basta: “The host” (Bong Joon-ho; 2006), aquella obra coreana del mutante que emerge del río Han. Un film mucho más logrado, atrapante desde principio a fin, sin tantos trozos de materiales que vuelan, pero con una acción desbordante, un monstruo que deslumbra cada vez que aparece en escena, una gama de personajes para nada ejemplares y una mirada satírica que recorre toda la obra.
2DA CRÍTICA (también desfavorable,pero aceptable):
En una industria, un cartel cuyo fin es comunicar los días sin accidentes vuelve a uno apenas comenzado el film, la víctima es la madre de Joe. Unos meses después, al término de las clases, se abocará con su grupo de amigos a filmar en Super 8 una corto noir de zombies que deberá terminarse a tiempo para competir en un festival. En este equipo de filmación preadolescente -compuesto por un gordito entusiasta como director, un “actor” y un especialista en explosivos- se encargará del maquillaje, efectos especiales y construcción de modelos. Para su sorpresa, además se sumará al proyecto una actriz que encarna la ya consagrada Elle Fanning, de la cual se encuentra perdidamente enamorado.
En una estación de tren dónde el equipo se encontraba filmando, ocurrirá lo inesperado, una camioneta interceptará a un tren, ocasionando el descarrilamiento del mismo, lo que no saben es que su contenido pondrá en peligro a todos los habitantes de Ohio. Entre apagones de luz, apariciones monstruosas y desaparición de electrodomésticos se creerá incluso que hasta los rusos son los principales responsables, 1979 era el año. Ahora bien, estos elementos entrelazados con una serie de dramas preadolescentes (el primer amor, las relaciones familiares y la amistad) le darán un ritmo respetable al film qué, claramente remite a aquellas películas de los años ´70 y ´80.
El director canaliza al Spielberg de E.T. y Encuentros cercanos..., pero con un tono más terrorífico que no asusta demasiado y a medida que se avanza en el tratamiento de la trama distinguiremos otros descarrilamiento, el del film mismo. Se opta por una estructura clásica al mismo tiempo que la idea de una película dentro de otra película (lo más original sin dudas) va cobrando protagonismo; el eje no será esa criatura que no nos muestran y, quizá la trama pierda interés por dicho motivo. Tanto mi colega como el que ahora escribe no podemos guardarnos la pregunta: ¿por qué la mayoría de la crítica entroniza esta película? Quizá por ese espíritu que no abunda demasiado en estos días, que apuesta a lo reconocible, mágico y la vez terrenal; o quizás por pura nostalgia, ya que son claramente identificables los homenajes, al igual que el sentimentalismo y las insuficiencias a la hora de innovar el género, cuestión que si lo hace -como bien nombró mi colega- “The Host”, una película hilarantemente perfecta.
De todas maneras podemos reconocer ciertos set-pieces muy bien logrados, con un sonido envolvente que es utilizado perfectamente, buenas actuaciones juveniles y algunas situaciones de suspenso, las cuales se complementan con cierto grado de humor. Es obligatorio permanecer en su butaca una vez terminado el film, ya que se muestra la película de los chicos: The Case. Al menos nos vamos con una sonrisa garantizada.