viernes, 6 de enero de 2012

Ingmar Bergman (14 de julio de 1918; Uppsala, Suecia)

Ha sido uno de los realizadores más prestigiosos y estudiados del cine de posguerra. Hijo de un pastor luterano y de una madre dominante, se crió dentro de una familia muy estricta. Con menos de 20 años se instaló en Estocolmo para cursar estudios universitarios de literatura e historia del arte. Dirigió el teatro universitario y luego fue ayudante de dirección del Gran Teatro Dramático de Estocolmo. En 1943 fue contratado como guionista por la productora cinematográfica Svensk Filmindustri. Trabajó en tal carácter para cineastas como Alf Sjöberg y Gustaf Molander. Debutó como realizador con “Kris” (1945).

A partir de allí desarrolló una filmografía prolífica, que al principio no tuvo mucho eco fuera de Suecia, hasta que adquirió fama internacional con la excelente acogida que tuvo “Sonrisas de una noche de verano” (1955) en el festival de Cannes. Paulatinamente se convirtió en uno de los directores más valorados por la crítica. Ello permitió que se distribuyera por el resto del mundo su obra anterior a ese éxito, aunque con gran desorden cronológico. La importancia de Bergman como cineasta se consolidó a lo largo de los ’60, alcanzando en la década siguiente pleno reconocimiento internacional.

En 1976, un escándalo fiscal llevó a Bergman a autoexiliarse en Munich (Alemania). Permaneció ocho años fuera de Suecia. A partir de los ’80 su filmografía se hizo más escasa, pero permaneció en plena actividad, trabajando para la televisión, continuando su tarea de guionista para otros directores (su hijo Daniel, Bille August y Liv Ullman) y publicando sus memorias en dos volúmenes: “Linterna mágica” (1988) e “Imágenes” (1990). En 2003, con 84 años, realizó su última película. Dirigió en total 46 largometrajes.



Ingmar Bergman siempre reconoció haber sido influenciado por el también cineasta Victor Sjöström, particularmente en la herencia formal del expresionismo. Escribió el guion de casi todas las películas que filmó. Su obra se caracteriza por un excelente aprovechamiento de las posibilidades del blanco y negro en primera instancia, y luego del color. Allí adquiere importancia su habitual colaborador Sven Nykvist, un notable director de fotografía. La narrativa bergmaniana es generalmente lenta, con puntos muertos. Dos temas han sido esenciales en su filmografía: cuestiones existenciales como la muerte, Dios y el sentido de la vida, por un lado, y la incomunicación en el seno de la pareja, por otro. Se trata de un cine intelectual, en ocasiones con fuertes connotaciones psicológicas.

Entre sus filmes más importantes figuran: “Un verano con Mónica” (1953), “El séptimo sello” (1956), “Fresas salvajes” (1957), “La fuente de la doncella” (1959), “Persona” (1966), “La hora del lobo” (1968), “Vergüenza” (1968), “Pasión” (1969), “Gritos y susurros” (1972), “Escenas de la vida conyugal” (1974), “Cara a cara” (1976), “Sonata otoñal” (1978), “Fanny y Alexander” (1982) y “Saraband” (2003). Tres de sus películas (“La fuente de la doncella”, “Como en un espejo” y “Fanny y Alexander”) ganaron el Oscar a la mejor película en habla no inglesa, con varias nominaciones más (película, dirección o guion). Además, en 1970 recibió un Oscar honorario por el conjunto de su obra. También obtuvo galardones en los festivales de Cannes y de Berlín, y en los Golden Globes.



Bergman fue un gran director de actores. Muchos de ellos trabajaron repetidas veces con este cineasta; tal es el caso de: Gunnar Björnstrand, Eva Dahlbeck, Harriet Andersson, Max von Sydow, Bibi Andersson, Ingrid Thulin, Liv Ullmann y Erland Josephson. Algunos (von Sydow, Bibi Andersson, Thulin, Ullmann) desarrollaron carreras internacionales. Asimismo, el cine de este director gozó de la admiración de numerosos cineastas, con reconocidas influencias sobre Andrei Tarkovsky, Paul Schrader y Woody Allen. “Interiores” (Woody Allen; 1978) es un evidente homenaje al universo bergmaniano.

Se casó Ingmar Bergman en cinco oportunidades y, además, mantuvo relaciones sentimentales con las actrices Harriet Andersson, Bibi Andersson y Liv Ullmann. Tuvo nueve hijos, entre ellos Daniel Bergman (también director de cine) y Linn Ullmann (actriz y escritora, hija de Liv Ullmann). Falleció en la isla de Fårö (Suecia), el 30 de julio de 2007.    

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