lunes, 9 de enero de 2012

Jean-Luc Godard (3 de diciembre de 1930; París, Francia)

Una de las personalidades más relevantes del Séptimo Arte, destaca por su carácter innovador y por ser un cineasta integral, pues no sólo ha dirigido películas, sino que también ha sido crítico, guionista, productor, actor y escritor cinematográfico. Artista complejo, vanguardista, provocador y militante, sus obras han resultado especies de collage de géneros dispares, pero, a la vez, las ficciones recreadas meditan en general sobre el propio cine, en ocasiones con un fuerte lirismo e imágenes poéticas. Por otra parte, pocos realizadores han tenido, como Jean-Luc Godard, un efecto tan profundo en el desarrollo del cine contemporáneo.
Vivió sus primeros años en Suiza y posteriormente en París. Durante su época de estudiante –se graduó en Etnología en La Sorbona– se gestó su cinefilia. En 1950 comenzó su labor como crítico en “La Gazette du Cinema” y dos años después pasó a colaborar en la mítica “Cahiers du Cinema”, ambas revistas especializadas en cine. Allí trabó relación con futuros realizadores, como François Truffaut, Éric Rohmer, Claude Chabrol y Jacques Rivette. Filmó un par de cortos y, en 1959, rodó su primer largometraje: “Sin aliento” (con guion de Truffaut). Este film impactó en todo el mundo; era un homenaje al cine negro norteamericano, pero con una serie de innovaciones narrativas, como filmar con cámara en mano o saltar de un plano a otro. Fue, además, uno de los primeros hitos del movimiento cinematográfico denominado Nouvelle Vague.
 
En plena juventud y con una personalidad enérgica y emprendedora, Godard continuó filmando asiduamente durante los ’60, generando algunas de sus más célebres películas. Entre otras: “Una mujer es una mujer” (1961), “El desprecio” (1963), “Banda aparte” (1964), “Alphaville” (1965), “Pierrot el loco” (1965), “Made in USA (1966)”, “Dos o tres cosas que yo sé de ellas” (1967) y “Week End (1967). Hacia fines de la década, el cine de este realizador se fue haciendo políticamente más radical. Godard apoyó activamente al movimiento estudiantil conocido como Mayo del 68. Adhirió al maoísmo y, entre 1968 y 1972, realizó 11 películas en colaboración con Jean-Pierre Gorin, de carácter político militante, al margen de los circuitos comerciales de distribución. En ese período, junto a otras personalidades de izquierda, creó el colectivo cinematográfico Dziga Vertov.
 
En 1972 realizó “Todo va bien” y el documental “Carta a Jane”, tras lo cual el grupo Dziga Vertov se disolvió definitivamente. El resto de esa década se dedicó fundamentalmente al video televisivo. Sus obras en este formato versaron sobre la comunicación, el trabajo, el amor, etc. Durante la década del 80, Godard retornó al cine comercial. Su película más célebre en esa etapa fue “Yo te saludo, María” (1985), por el escándalo que generó, aunque bastante más lograda resultaron “Sálvese quien pueda” (1980) y “Carmen, pasión y muerte” (1983). A finales de los ’80 comenzó a trabajar en uno de sus proyectos más ambiciosos “Histoire(s) du cinéma”, serie documental sobre su particular visión de la historia del cine, que el Canal Plus francés emitió en 2000.
Durante los ´90 y los 2000, amén de su dedicación a “Histoire(s) du cinéma”, Godard realizó varios cortos, algunas películas de metraje largo, como “Nouvelle vague” (1990), “Nuestra música” (2004) y “Film socialisme” (2010). Debe señalarse, asimismo, que Jean-Luc ha participado como actor en algunas de sus cintas y también en obras de otros directores, como “El signo de Leo” (Éric Rohmer; 1960), “Cléo de 5 a 7” (Agnès Varda; 1962), “Todavía estamos todos aquí” (1997) y “Después de la reconciliación” (2000); estas dos últimas de Anne-Marie Miéville, su última mujer. Varias de sus películas han obtenido galardones en festivales de prestigio (Berlín, Venecia). También logró premios por el conjunto de su carrera (Muestra de Venecia, 1982; Oscar honorífico, 2010).
 
A pesar de la importancia reconocida a Godard, hay un prejuicio dominante: sus grandes obras habrían sido las de los años '60, para estancarse luego su capacidad creativa. Ello es absolutamente discutible. Las películas de este gran maestro no han perdido su carácter experimentador, innovador, reflexivo sobre el cine y su tendencia a confrontar este fenómeno con otras artes. Filmes como “Sálvese quien pueda”, “Carmen, pasión y muerte” y la monumental “Histoire(s) du cinéma”, dan prueba de ello. Entre los cineastas que han reconocido recibir influencia de Godard pueden citarse a Bernardo Bertolucci, Martin Scorsese, Rainer W. Fassbinder, Wim Wenders, Richard Linklater, Jim Jarmusch y Quentin Tarantino.    

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