miércoles, 27 de julio de 2011

Henry Fonda (Grand Island, Nebraska, E.E.U.U., 16 de mayo de 1905)

Su trayectoria en cine se extendió durante 46 años, hasta su muerte. Desde su debut cinematográfico (1934) –previamente había actuado en teatro– tuvo a cargo personajes protagónicos. Actuó en más de 100 films. Destacó por la naturalidad de su estilo interpretativo. Es considerado como una de las estrellas masculinas más importantes que dio Hollywood hasta la fecha.
 
Al principio intervino fundamentalmente en comedias románticas o en melodramas, que aprovecharon su excelente presencia física, como galán de actrices consagradas (Janet Gaynor, Sylvia Sydney, Bette Davis). En esa primera etapa destaca “Sólo se vive una vez” (Fritz Lang; 1937), un antecesor del policial negro. Con “Jezabel la tempestuosa”, logró gran popularidad y la posibilidad de interpretar personajes más complejos, en importantes películas como “Viñas de ira” (John Ford; 1940), “El regreso de Frank James” (Fritz Lang; 1940), “Conciencias Muertas” (William Wellman; 1943), “Pasión de los fuertes” (John Ford; 1946) y “Sangre de héroes” (John Ford; 1948). Aunque en este período cabe destacar, asimismo, su exitoso paso por la comedia en “Las tres noches de Eva” (Preston Sturges; 1941). La década de los 40 significó, en definitiva, su consagración absoluta.
 
En esa década, Fonda sirvió en la Marina de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y ganó una Medalla de Bronce. Luego de filmar “Sangre de héroes”, dejó temporariamente el cine para dedicarse al teatro. Regresó siete años después, ya cincuentón, manteniendo su status de estrella. De allí en más, cabe destacar por sus méritos artísticos a films como “La guerra y la paz” (King Vidor; 1956), “El hombre equivocado” (Alfred Hitchcock; 1956), “Doce hombres en pugna” (Sidney Lumet; 1957), “Cazador de forajidos” (Anthony Mann; 1957), “La conquista del oeste” (varios directores; 1962), “El estrangulador de Boston” (Richard Fleischer; 1968) y “Érase una vez en el Oeste” (Sergio Leone; 1968).
 
En los ‘70 declinó la calidad de las películas que lo contaron como intérprete, aunque continuó filmando asiduamente. Intervino en algunos westerns de escasa relevancia, en coproducciones que versan sobre aspectos de la II Guerra Mundial y que han envejecido bastante mal y en auténticos bodrios, como “Tentáculos” (Ovidio G. Assonitis; 1977) y “Meteoro” (Ronald Neame; 1979). Su penúltima película le significó una despedida digna, por la intensidad de su actuación, aunque se trató de una obra mediocre: “En la laguna dorada” (Mark Rydell; 1981).
 
Fue uno de los actores protagónicos favoritos de John Ford, quien lo dirigió en siete films. Precisamente, el gran director estadounidense dijo en una oportunidad “¿Usted ha visto caminar a Henry Fonda? Pues eso es el cine”. Sin embargo, actor y cineasta destacaron por sus fuertes personalidades y una pelea a puñetazos en 1955, durante el rodaje de “Escala en Hawai” (1955), puso fin a la relación entre ambos.
A pesar de su solidez como intérprete, sólo fue nominado dos veces para el Oscar en dos oportunidades. La preciada estatuilla le llegó en dos oportunidades. En 1980 se le concedió el Óscar honorífico por toda su carrera y, un año después, ganó como mejor actor principal por “En la laguna dorada”.
 
Es el padre de los actores Jane Fonda y Peter Fonda y abuelo de la también actriz Bridget Fonda. Falleció el 12 de agosto de 1982, en Los Ángeles, E.E.U.U. En el centenario de su nacimiento (2005), la Turner Classic Movies le honró con una maratón de sus films y la United States Post Office lanzó una estampilla con un dibujo artístico de Henry Fonda, como parte de su serie “Leyendas de Hollywood”.     

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