Origen: Estados Unidos (2010). Dirección: Debra Granik. Guión: Debra Granik y Anne Rosellini, basado en la novela de Daniel Woodrell. Protagonistas: Jennifer Lawrence, Isaiah Stone, Ashlee Thompson, Valerie Richards, Shelley Waggener y John Hawkes Duración: 100 minutos.
A los diecisiete años de edad, Ree Dolly (Jennifer Lawrence), debe encargarse sin ayuda de nadie de sus dos hermanos pequeños y de su madre postrada victima de una gran depresión. Como si fuera poco, su padre asegura su fianza con su casa y desaparece sin dejar rastro alguno. Debido al temor de perder su hogar, la joven se precipita en la búsqueda de su padre, tratando de reconstruir la verdad sobre su paradero adentrándose en los bosques de Ozark, en el que las amenazas y mentiras proliferan en torno a sus parientes que no rompen el código del silencio.
Lazos de sangre es una película -basada en la novela de Daniel Woodrell- que narra una historia durísima sin caer en golpes bajos, excederse o brindarnos sobreinformación. Debra Granik (Down to the Bone) maneja con jerarquía las distintas capas del film que son construidas exigentemente y de manera inteligente, disfrazando un drama familiar en un thriller. Hasta se da el lujo de incorporar un corto en blanco y negro al unísono de violines mostrando la deforestación inminente en los bosques.
Cabe destacar la buena actuación de Jennifer Lawrence (toda una revelación) que se encuentra muy bien en su papel así como también el acertado John Hawkes (Gángster americano), el tío de Ree. Muchos de los actores no son profesionales, de esta manera la fotografía de sus rostros rudos y curtidos son particularmente conmovedores.
Pocas veces el cine de Estados Unidos se animó a mostrar de esta manera el lado oscuro de la sociedad de su país como lo hace este film. Mientras las grandes productoras prefieren agudizar el lado glamoroso de las grandes ciudades, Debra Granik nos trae este film realizado con valentía y contundencia.
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