miércoles, 27 de julio de 2011

“La strada”

Origen: Italia (1954). Dir: Federico Fellini. Prod: Dino De Laurentiis y Carlo Ponti. Guion: Federico Fellini, Ennio Flaiano y Tullio Pinelli. Música: Nino Rota. Fotog: Otello Martelli. Montaje: Nino Baragli. Protags: Anthony Quinn, Giulietta Masina, Richard Basehart. Duración: 104 minutos.

Zampanò, Gelsomina y la precariedad social de la Italia de posguerra. Fellini construye su historia dentro de la estética del neorrealismo, aún en boga en aquellos años. Sin la sequedad y el distanciamiento que campea en la obra de Roberto Rossellini. Desde el, plano emotivo, quizás a medio camino entre éste y Vittorio De Sica –quien apela al sentimentalismo recurrentemente–, hay aquí una trama con personajes no demasiado cotidianos. Mucho se ha hablado y escrito sobre los “personajes fellinianos”, individuos casi caricaturescos. Los mismos van poblando la obra de Federico particularmente a partir de los ’60. Pero en “La strada” se advierten sus esbozos. Artistas callejeros, de la legua, hombres de circo –mundillo que siempre apasionó a este director italiano–, con sus pasiones, egoísmos, limitaciones, excesos, etc.
 
Todo ello en el marco de una sociedad empobrecida, plena de limitaciones materiales. Pero como sucede con Visconti en Obsesión, el contexto es funcional a la trama dramática. Que, como en otros films del neorrealismo deriva en tragedia. Los personajes son perdedores y ello lo percibimos desde el inicio. Un hombre forzudo, tosco y sin demasiado rasgos de moralidad, una mujer sensible pero discapacitada mental y un joven simpático e independiente, pero algo desequilibrado. Tres grandes personajes que sirven para construir una historia sólida, con escenas brillantes e imágenes poéticas. Como sucede con otras películas de Fellini, el espectador se entrega al regocijo visual. Los rostros de los protagonistas cobran un vigor no demasiado frecuente en el cine. También coadyuvan en ello la magnífica fotografía en blanco y negro de O. Martelli y la música del gran Nino Rota.
 
En esencia, “La strada” es una road movie, cuya tensión dramática tiene su eje fundamental en la evolución del personaje de Gelsomina. Desde su “aprendizaje” del oficio, su paulatina adaptación a la brutalidad de Zampanò –con resabios afectivos hacia este personaje–, el encuentro con “il Matto”, su descubrimiento de las cosas bellas de la vida (la actuación, la música, las frases hermosas)… hasta el sufrimiento definitivo y alienante que le provoca la muerte del joven equilibrista.
 
“La strada” es una película notable, con un hondo lirismo que no ha perdido vigencia. En su momento significó el gran reconocimiento internacional de Federico Fellini. Entre varios galardones, obtuvo el Oscar a la mejor película de habla no inglesa (1957) y el León de Plata en el Festival de Venecia 1954. Mención especial merecen Giulietta Masina, Anthony Quinn y Richard Basehart, en sus respectivas caracterizaciones de Gelsomina, Zampanò e “il Matto”. Inolvidables.   

0 comentarios:

Publicar un comentario

Share

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More